CONVIVENCIA ESCOLAR DURANTE LA ADOLESCENCIA




Por: LUZ ESPERANZA HDALGO AGUILAR
                                                      Psicóloga.


La adolescencia constituye un periodo importante, ya que las condiciones socioculturales exigen una preparación y un aprendizaje prolongados para poder incorporarse a la vida adulta. Es por lo general un estado de ambigüedad y de contradicción, generadora de tensiones y frustraciones en la que el adolescente se esfuerza por hallar su propia identidad y el sentido de la vida.

Durante esta época se habla de tres crisis por las que pasa el adolescente que son: crisis e identidad, crisis sexual y crisis con las figuras de autoridad.

Las relaciones sociales de los jóvenes  son más completas que las de los niños. Los adolescentes viven simultáneamente en dos mundos, uno de niños y otro de adultos en una posición sobrepuesta y no saben a cuál de los dos pertenecen.

Tienen infinidad de exigencias nuevas, urgentes y conflictivas, sobre sí, como detectar su vocación, alcanzar independencia familiar y hacer frente a impulsos sexuales.

Cada grupo social establece sus propias normas sociales, pautas y valores y es el adolescente quien debe adoptarlas a pesar de su desacuerdo, rebeldía o inconformidad en algunas ocasiones; hasta que introyecta y asimila estas normas realizando la transición desde las actitudes y la conducta social de la infancia a las que se consideran propias del adulto.

La conformación e integración del concepto de sí mismo será determinante para configurar la conducta personal y social del adolescente. Asimismo, los orígenes y el desarrollo posterior de la autoestima, están dados en gran parte por la interacción de un individuo y de sus experiencias sociales.

Sullivan (citado por Mckinney,1982),considera que la personalidad consiste fundamentalmente en la actividad interpersonal, o sea que la esencia de la personalidad es el trato interpersonal. Menciona que el individuo no puede existir como algo distinto de sus relaciones con los otras personas. La definición de uno mismo, según Sullivan, esta entrelazada de relaciones; es decir, toda persona desempeña  más de un rol a la vez (padre, madre, hermano (a), hijo (a), etc. Cada una de estas relaciones, suponen “otra persona con algún significado” para la propia definición y comprensión de sí mismo.

Con frecuencia el grupo de adolescentes juega un papel fundamental y se convierte en una de las grandes fuerzas motivadoras durante este etapa. La relación de un joven con sus pares y su participación en las actividades de éstos, llega a ser uno de los aspectos más importantes de su vida. Es así como se puede decir que los adolescentes tienden a conformarse con los valores y juicios de sus contemporáneos, así como a las actividades que éstos desarrollen.

La escuela adolescente: cruce de culturas y sentidos

Durante la secundaria  los adolescentes pasan una parte importante de su tiempo interactuando con otros adolescentes entre procesos de subjetivación, redefinición y resignificación, entre nuevas exigencias sociales, prácticas educativas y las condiciones que las instituciones educativas les imponen; fusionando su condición adolescente con una forma de ser estudiante en la experiencia escolar cotidiana (Dubet y Martuccelli, 1998).

No pueden ser vistas únicamente como espacios de reproducción donde los aspectos estructurales cobran vida (Bourdieu y Passeron, 1998 y 2003) son también, en esa intersección de lo institucional y lo individual, espacios de producción, contingencia, creación e innovación. La secundaria no es  sólo un espacio donde el carácter heterogéneo, múltiple, diverso y cambiante de las expresiones y formas de la condición adolescente se manifiesta sino donde se construyen y reconstruyen los estudiantes como sujetos juveniles.

No obstante,la separación entre los propósitos educativos que persigue la educación secundaria y las expectativas y significados que tienen una parte importante de los adolescentes sobre ella, entre los contenidos curriculares y las prácticas educativas con los intereses de muchos de éstos, entre lo que son los adolescentes hoy en día y la visión y lo que pretende las escuelas que sean, además de la poca claridad que se tiene desde la parte institucional del tipo de adolescentes que se están formando, las escuelas continúan siendo espacios de aprendizaje, sólo que frente a los aprendizajes que promueve el currículo formal, parece mayor la importancia de los aprendizajes que se adquieren de manera informal a través de las relaciones con los otros dentro de los espacios escolares que se apropian y resignifican.

Los alumnos de las escuelas secundarias desarrollan entre sus muros una serie de conocimientos, valores, actitudes y habilidades, que contribuirán a constituirlos como jóvenes, pero por las características particulares de cada uno de ellos y las experiencias escolares y extraescolares diferenciadas, construirán o reconstruirán de formas distintas su relación con las instituciones educativas, con la familia, los adultos y autoridades, con los adolescentes del sexo contrario, con amigos y compañeros, además de la propia identidad.
Para la constitución de una escuela secundaria para adolescentes que responda pertinentemente a sus requerimientos sociales y educativos, presentes y futuros, dotándolos de herramientas; conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para ello, resulta indispensable estar dispuestos a aprender de ellos; conocer y comprender su mundo y las distintas dimensiones que lo conforman, tender puentes que salven abismos, construir caminos que disminuyan distancias entre generaciones, expectativas, formaciones y visiones, para estar más o menos en condiciones de guiar y coordinar sus procesos de aprendizaje, además de dejar de ver atrás, hacia la escuela que ya no existe y pensar en la escuela en la cual se pueda hacer frente a las exigencias y necesidades de unos adolescentes heterogéneos y cambiantes que no son todo lo que se quisiera que fueran.
Hay adolescentes que resuelven de mejor manera que otras las exigencias académicas e institucionales que las escuelas secundarias imponen. La diversidad identitaria de los adolescentes, como se puede concluir, no necesariamente es contradictoria con una visión de éxito escolar, con el aprecio por los estudios y el desarrollo de competencias y aprendizajes significativos que los programas educativos proponen. Así, podemos ver desde adolescentes  con altas expectativas en la escuela e integrados adecuadamente a su sistema académico y social con excelentes resultados educativos, hasta aquellos que ofrecen respuestas disruptivas, poco integradas con pobres resultados académicos o que cuestionan y critican finalidades, estructuras, relaciones y funcionamientos.

Las siguientes son las conclusiones a las que llegaron en una investigación sobre convivencia escolar en el año 2013  en la Universidad de la Sabana en la Zona Centro Norte. La realidad de la escuela está marcada por la dinámica que se genera entre los miembros de la comunidad educativa. De ahí que sea indispensable en todo proceso pedagógico conocer los elementos significativos que la conforman. Para ello se requiere la capacidad de la persona, especialmente del docente, por hacer del acto educativo no un aspecto más de la vida, sino un proceso reflexivo, sistemático y con un sentido holístico sobre la persona y la comunidad. El trabajo de investigación realizado en Sabana Centro retoma aspectos no documentados por los diferentes actores que interactúan en cada una de las instituciones, pero que en muchas ocasiones hacen parte del diálogo. La convivencia escolar no solo está en el hecho de cumplir un currículo, unos temas, unas órdenes, sino que va más allá y plantea la necesidad de revisar las relaciones que se tejen, las dinámicas, el sentir entre las personas y el horizonte en el cual se establece la escuela.



BIBLIOGRAFIA

Bourdieu, Pierre y Jean–Claude Passeron (1998). La reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza, México: Fontarama.

Bourdieu, Pierre y Jean–Claude Passeron (2003). Los herederos. Los estudiantes y la cultura, Buenos Aires: Siglo XXI.

Horrocks, J (1984) Psicología de la adolescencia. México Trillas

López de Mesa-Melo, Clara; Soto-Godoy, María Fernanda; Carvajal-Castillo, César Andrés; Nel UrreaRoa, Pedro Factores asociados a la convivencia escolar en adolescentes Educación y Educadores, vol. 16, núm. 3, septiembre-diciembre, 2013, pp. 383-410 Universidad de La Sabana Cundinamarca, Colombia





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