Embarazo Adolescente


La placenta: funciones y problemas que la afectan

La placenta conecta a madre e hijo, encargándose de suministrar nutrientes y oxígeno al feto y evitando que le lleguen sustancias nocivas. Descubre cómo se forma y qué problemas pueden afectar su correcto funcionamiento.

La placenta es un órgano compartido entre la madre y el feto, que se crea única y exclusivamente para el embarazo: antes de la gestación no existe en el organismo de la mujer, y tras el parto y el alumbramiento tampoco sobrevive ni deja ningún rastro.

De hecho, más allá de la semana 42 de embarazo no es capaz de cubrir las necesidades del feto. Según la doctora Edurne Mazarico, ginecóloga del Hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona, “se produce un envejecimiento celular progresivo de la placenta y las células van muriendo. Conforme pasa el embarazo, sus funciones se van reduciendo”.

La circulación sanguínea de la madre envía hacia el útero a través de la placenta alrededor de 500-700 ml de sangre por minuto, cargada de oxígeno y nutrientes.

Sin este efímero órgano el embarazo no sería posible, ya que se encarga de suministrar nutrientes al feto para que pueda crecer y oxígeno para que respire, y hace de filtro para que no le lleguen sustancias que puedan dañarle. Además, produce hormonas para que el cuerpo de la madre se adapte al nuevo ser.

Cómo se forma la placenta

La placenta y el bebé tienen el mismo ADN. “Es un órgano que tiene un origen fetal”, señala la doctora Edurne Mazarico. Por eso, algunas pruebas prenatales para diagnosticar anomalías cromosómicas en el feto, como la biopsia de corion, se basan en el estudio de células placentarias. El proceso de su formación es el siguiente:

  • Cuando el embrión (que en los primeros días tras la fecundación se le conoce con el nombre científico de blastocisto) llega al útero –hacia el 5º o 6º día de la fecundación se produce la implantación– anida en el endometrio, la cara superficial del útero.
  • Entonces se distingue ya el trofoblasto, su capa externa y origen de la placenta, y el amnioblasto, la interna que es el origen del embrión. El primero evoluciona hacia las llamadas vellosidades coriales.
  • Estas vellosidades coriales se insertan en el tejido materno, como las raíces de un árbol. “Se produce una invasión vascular del tejido de la madre, para que interactúe con el tejido fetal”, señala la doctora. Es un momento clave del embarazo. “Si el trofoblasto invade correctamente los vasos sanguíneos maternos permitirá una buena comunicación entre madre y feto”, comenta la doctora Edurne Mazarico. Pero si hay algún problema, el embarazo puede malograrse o presentar problemas a medida que avanza, como hipertensión arterial. Esa invasión vascular facilitará que el sistema circulatorio materno envíe hacia el útero alrededor de 500-700 ml de sangre por minuto, cargada de oxígeno y nutrientes.

 

7 Ejercicios para embarazadas

Revisión clínica: Carlos Bruce

Personal Trainer

Los mejores ejercicios para ser practicados durante el embarazo son la caminata o la realización de estiramientos, ya que ayudan a disminuir el estrés, a combatir la ansiedad y a aumentar la autoestima. Sin embargo, la práctica de ejercicios en el embarazo sólo debe hacerse bajo orientación médica, porque en algunos casos no es aconsejable como cuando hay desprendimiento de la placenta o en los casos de embarazo de alto riesgo.

Los ejercicios pueden iniciarse en cualquier fase de la gestación y pueden realizarse hasta el final del embarazo, siendo útiles para facilitar el trabajo de parto normal y el retorno al peso ideal después del parto. Sin embargo, quien era sedentaria debe preferir ejercicios más ligeros, y preferiblemente en el agua. La mujer que ya estaba acostumbrada a practicar actividad física solo debe disminuir el ritmo para no perjudicar al bebé.

Algunos buenos ejemplos de ejercicios para practicar durante el embarazo son:

1. Caminatas

Ideal para mujeres que eran sedentarias antes de quedar embarazadas. Se debe utilizar ropa ligera y elástica y unos zapatos deportivos con buena amortiguación para prevenir lesiones, también se debe beber bastante agua para mantenerse bien hidratada. Se puede caminar de 3 a 5 veces por semana, preferiblemente en horas en las que el sol no esté muy fuerte.

2. Corrida leve

Indicada para quien ya practicaba ejercicios antes de quedar embarazada. Se puede realizar durante los 9 meses de embarazo, 3 veces por semana, durante 30 minutos, pero con baja intensidad, respetando siempre su propio ritmo.

3. Pilates

Mejora la respiración, la frecuencia cardíaca, estira y fortalece los músculos y es excelente para la postura. Se puede practicar de 2 a 3 veces por semana.

4. Hidrogimnasia

Es indicada incluso para mujeres que eran sedentarias antes de quedar embarazadas y puede ser realizada durante los 9 meses de gestación. Reduce los dolores en los pies y en la espalda, así como la hinchazón de las piernas. Se puede realizar de 2 a 4 veces por semana.

5. Bicicleta estática

Se puede realizar durante los 2 primeros trimestres de embarazo, durante 3 a 5 días a la semana. Se debe estar atenta a la frecuencia cardíaca, no dejando sobrepasar las 140 bpm y observar si la sudoración es excesiva. El tamaño de la barriga al final de la gestación puede dificultar la realización de esta actividad.

6. Estiramientos

Estos pueden ser realizados diariamente hasta el nacimiento, tanto por mujeres sedentarias como para experimentadas. Se puede comenzar con estiramientos más leves, y a medida que la mujer va desarrollando elasticidad, debe ir aumentando la dificultad de los estiramientos. Ver: Ejercicios de estiramiento en el embarazo.

Para garantizar una actividad física segura es importante tener la orientación y acompañamiento de un profesional de Educación Física cualificado y la autorización del médico que está realizando el control prenatal. Si la embarazada siente cualquier síntoma desagradable como dolor abdominal, secreción o pérdida de sangre por la vagina, mientras realiza el ejercicio o algunas horas después de la clase deberá buscar ayuda médica.

7. Musculación leve

Las embarazadas que ya hacían pesas antes de quedar embarazadas y que tenían un buen acondicionamiento físico, pueden hacer ejercicios de musculación, sin embargo, se debe disminuir su intensidad, reduciendo los pesos por lo menos a la mitad para evitar la sobrecarga de la columna , rodillas, tobillos y del piso pélvico.

Ejercicios que no aconsejados en el embarazo

Los ejercicios de gran impacto no se deben realizar en el embarazo porque pueden causar dolores o incluso perjudicar al bebé. Algunos ejemplos de ejercicios contraindicados en el embarazo son:

·         Ejercicios abdominales;

·         En grandes altitudes;

·         Que involucran luchas como jiu jitsu o saltos, como clases de jump;

·         Juegos con balón como fútbol, voleibol o baloncesto;

·         Carreras extenuantes;

·         Bicicleta, en los últimos meses de gestación;

·         Ejercicios de musculación intensos.

La práctica de ejercicios también no se aconseja cuando la mujer tiene que mantenerse de reposo por indicación médica, y cuando hay desprendimiento de la placenta. En caso de duda debe ponerse en contacto con el obstetra. 

Cómo mantener el peso adecuado en el embarazo 

Los ejercicios ayudan a mantener el peso adecuado durante el embarazo, así como una buena alimentación. Introduzca sus datos a continuación, para saber si está aumentando de peso adecuadamente o si necesita hacer un poco más de actividad física:

1.    SALUD: Controles, mensuales

2.    PROTECCION ESPECIAL línea 141 ICBF. Solicitar número de radicación

·         Testimonio de la menor para descartar abuso o afirmar consentimiento

·         Tramitar cuota conciliar para menor gestante

3.    BIENESTAR

·         Centro de desarrollo Comunitario. Calle 165 av 7 al lado del hospital Simón bolívar)

·         Piscina /Servita

·         Biblioteca pública solicitar carné

Los embarazos en adolescentes, explica la Dra. Bárbara Castro, de la Unidad de Ginecología de la Adolescencia del Hospital Universitario La Paz de Madrid, se deben llevar en una consulta de alto riesgo, en la que se hace un control del embarazo mucho más exhaustivo y multidisciplinar, y en la que además del ginecólogo intervienen psicólogos e, incluso, pediatras, especialmente si la futura madre se encuentra en una edad límite –entre los 12 y los 16 años– considerada por los expertos la etapa de mayor peligro.

Lo ideal, según esta especialista, es que la adolescente embarazada acuda a esta consulta cada dos o tres semanas. Y añade que también es clave la comprensión de los padres. “Cualquier evento en la adolescencia se convierte en algo tremendo, que sobrepasa cualquier comprensión desde el punto de vista adulto, pero es muy importante que se sientan apoyadas de forma incondicional, que se sientan reforzadas. Los padres tienen la labor de fortalecer esa inseguridad y esa inmadurez que atraviesa la adolescente en esos momentos y, desde luego, tienen que solicitar toda la ayuda que necesiten a los profesionales capacitados para ello. Que no se sientan solos y que se dejen orientar”.

Los principales consejos que debe seguir la adolescente embarazada –y que también deben conocer sus padres– para prevenir los riesgos asociados a su estado, tanto para ella como para su futuro bebé, son:

  • Ponerse en manos de un especialista en cuanto conozca su estado, consultarle todas las dudas que tenga, y seguir sus recomendaciones, acudiendo a todas las citas y realizándose todas las pruebas médicas necesarias.
  • Seguir una dieta nutritiva y equilibrada (ver Nutrición en el embarazo), rica en proteínashierroácido fólico y calcio.
  • Tomar los suplementos vitamínicos que le prescriban. Las necesidades de calcio y hierro, por ejemplo, son muy superiores en el caso de que la embarazada sea adolescente, por lo que es fundamental que siga las indicaciones de su médico al respecto.
  • Mantenerse bien hidratada bebiendo suficiente agua a lo largo del día.
  • No fumar y evitar los ambientes con humo procedente del tabaco, o cualquier otro tipo de contaminación.
  • No tomar alcohol ni drogas.
  • No tomar medicamentos, salvo prescripción médica.
  • Dormir y descansar lo suficiente.
  • Realizar ejercicio físico moderado de forma regular, consultando siempre antes con su médico cuál es el más apropiado en su caso.
  • Acudir a clases de preparación al parto. Son muy importantes porque la adolescente normalmente no ha planificado el embarazo, ni se ha informado sobre la gestación, el parto, y la crianza de un bebé, y los profesionales le ayudarán a enfrentarse a la maternidad con seguridad y confianza.
  • Y, por supuesto, solicitar ayuda de un psicólogo siempre que sea necesario. Tanto durante el embarazo como tras el parto, la adolescente puede estar sometida a estrés, porque esta situación le ha cambiado la vida y no estaba preparada para ello, lo que también le puede generar frustración y resentimiento, con consecuencias negativas para el recién nacido, al que puede descuidar. 

 

 

 

REFERENCIAS

 

Adolescent pregnancy (who.int)

Consejos para embarazadas adolescentes (webconsultas.com)

9 mitos del embarazo adolescente | Fundación Relaciones Sanas (fundacionrelacionessanas.org)

Embarazo adolescente: riesgos y consecuencias (guiainfantil.com)

Cuentos cortos para embarazadas - Leer a los bebés en el vientre de mamá (guiainfantil.com)

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Propuesta para las Construcción Social de las Dimensiones existenciales del SER

Por qué la neurodiversidad es la “hermanita pobre” de la educación” Por Máximo Monaheng Sefotho.

PROGRAMACION.Semana Virtual de la Orientación Vocacional/Profesional y Socio-Ocupacional. Septiembre 28-Octubre 1 /2020.